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Si su hijo necesita una cirugía de reconstrucción de la vejiga

A su hijo lo van a operar de la vejiga. Es posible que usted sienta miedo por su hijo y tenga muchas preguntas. Esto es normal. Sepa qué esperar de esta cirugía. Además, plantéele las dudas o inquietudes que tenga al proveedor de atención médica de su hijo. 

¿Por qué se requiere la cirugía de reconstrucción de la vejiga?

El proveedor de atención médica de su hijo ha recomendado una cirugía para repararle la vejiga porque no le funciona correctamente. Durante la cirugía, se reconstruirá la vejiga o le colocarán un parche. En algunos casos, se crea una nueva abertura (estoma) para que la orina pueda salir del cuerpo.

¿Cómo debemos prepararnos para la cirugía?

  • Informe al proveedor de atención médica del niño si toma algún medicamento. Incluya vitaminas, medicamentos a base de hierbas, suplementos y medicamentos recetados y de venta libre. Es posible que su hijo tenga que dejar de tomar ciertos medicamentos, como el ibuprofeno, antes de la cirugía.

  • Mencione al proveedor de atención médica las alergias y los problemas de salud que el niño tenga.

  • Siga las instrucciones que le den a su hijo sobre evitar comer o beber antes de la cirugía. Estas incluyen cualquier indicación respecto de la preparación de los intestinos. Si no sigue las instrucciones, es posible que haya que posponer la cirugía.

  • Antes de la cirugía, reúnase con el anestesista de su hijo. Este profesional se encarga de administrarle unos medicamentos (anestesia general) a su hijo para que duerma y no sienta ningún dolor durante la cirugía. Además, el anestesista monitorea atentamente la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de oxígeno de su hijo durante el procedimiento.

¿Qué sucede antes de la cirugía?

Le administrarán un sedante suave a su hijo para que se relaje. Cuando llegue el momento del procedimiento, le darán un medicamento que lo hará dormir durante la cirugía (anestesia general). Es posible que le introduzcan un tubo plástico blando (catéter) en la vejiga, para permitir la salida de orina durante la cirugía y después de esta.

¿Qué sucede durante la cirugía?

Corte transversal visto de lado de la pelvis de un niño donde pueden verse la vejiga y la uretra. Catéter insertado a través de la piel por encima del hueso de la pelvis, que está drenando orina de la vejiga.
Se usará una sonda para facilitar la salida de la orina durante y después de la operación. En algunos casos, la sonda podría introducirse en una abertura creada en el abdomen.

Se realizarán uno o varios de los siguientes procedimientos:

  • Se puede agrandar (aumentar) la vejiga. Para ello, se puede utilizar un tejido de otra parte del cuerpo.

  • La nueva vejiga puede drenarse a través del tubo que lleva la orina hacia el exterior del cuerpo (la uretra). O bien, la nueva vejiga puede drenarse a través de un estoma creado en el vientre (abdomen). El estoma es un nuevo orificio que permite expulsar la orina del cuerpo. Para drenar la orina, se inserta un catéter en el estoma cada vez que hay que vaciar la vejiga; luego se retira la catéter.

¿Qué sucede después de la cirugía?

Podrá ver a su hijo poco después de la cirugía. Las enfermeras cuidarán y vigilarán de cerca a su hijo cuando empiece a despertarse de la anestesia. Al despertar, es posible que su hijo llore y esté confundido. Esto es común. Es posible que le administren medicamentos para aliviar cualquier dolor. El catéter que se insertó durante la cirugía permanecerá en su sitio durante unas 3 semanas. Le darán instrucciones detalladas sobre el cuidado del catéter.

Recuperación luego de la cirugía

Es posible que su hijo tenga que permanecer hospitalizado durante 4 a 10 días. El proveedor de atención médica le dirá cuándo es momento de que le den el alta. Si se creó un estoma, un proveedor de atención médica le enseñará la manera de usarlo y los tipos de cuidados que requiere. A medida que su hijo se vaya recuperando de la cirugía, se le revisará el estoma para garantizar que no tenga ningún problema.

Atención de seguimiento

Antes de que den de alta a su hijo, usted recibirá instrucciones para cuidarlo en casa. Siga estas instrucciones al pie de la letra. Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica del niño para las próximas 1 o 2 semanas. Durante esta cita le hablarán del futuro y de la recuperación de su hijo.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica de su hijo

Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si el niño tiene alguno de estos síntomas:

  • Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta, o según lo que le haya indicado el proveedor

  • Escalofríos

  • Enrojecimiento, hinchazón, secreción o sangrado de la zonas de la incisión

  • El catéter no drena la orina o se cae

  • Dolor abdominal muy intenso o distensión abdominal

  • Náuseas o vómitos

  • Falta de hambre

  • Dolor que no se alivia o que empeora

  • Dificultades con el estoma

Cómo tomar la temperatura en un niño

Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:

  • En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.

  • En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.

  • En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.

  • En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.

  • En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.

Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a prepararse para la cirugía?

Muchos hospitales cuentan con profesionales capacitados especialmente para ayudar a los niños a hacer frente a su experiencia en el hospital. A menudo, esta persona es un especialista en vida infantil. Consulte con el proveedor de atención médica de su hijo para obtener más información sobre este servicio. También hay medidas que usted puede tomar para ayudar al niño a prepararse para el procedimiento. La mejor manera de hacerlo dependerá de las necesidades de su hijo. Comience poniendo en práctica los siguientes consejos:

  • Use palabras breves y sencillas para describirle el procedimiento a su hijo y explicarle por qué lo van a operar. Ya que los niños de poca edad tienden a no prestar atención por mucho tiempo, dé su explicación poco antes de la cirugía si tiene un hijo pequeño. A los niños mayores puede dárseles más tiempo para entender el procedimiento de antemano.

  • Asegúrese de que el niño comprenda las partes de su cuerpo que estarán involucradas en el procedimiento.

  • Describa lo mejor que pueda lo que el niño sentirá cuando le pongan la anestesia. Por ejemplo, el medicamento podría administrarse en forma de gas que sale de una mascarilla. Es posible que el gas tenga un olor parecido al del chicle u otro sabor. Hará que su hijo tenga sueño para que duerma la siesta durante el procedimiento.

  • Dígale a su hijo lo que probablemente verá en el quirófano durante la cirugía. Por ejemplo, puede contarle quién estará presente, o decirle que la persona que le administra el medicamento para dormir la siesta tendrá puesto un uniforme.

  • Deje que su hijo le haga preguntas y contéstele con sinceridad. Es posible que el niño se ponga nervioso o tenga miedo. Puede que llore. Tranquilícelo diciéndole que usted va a estar cerca durante el procedimiento.

  • Juegue con él, si es adecuado. Si el niño es pequeño, esto puede incluir el juego de roles con un juguete u objeto favorito del niño. Si su hijo es de mayor edad, quizás le resulte útil leer libros sobre lo que va a suceder durante el procedimiento.

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