¿La ERGE es un problema para mi bebé?

Si el bebé está feliz aumenta de peso de manera normal, es probable que la regurgitación sea RGE y no cause daños. Sin embargo, determinados síntomas pueden indicar la presencia de ERGE, un problema más grave. Hable con su proveedor de atención médica si su bebé tiene alguno de los siguientes síntomas:

• Vómitos con sangre o líquido verde o amarillo

• Escaso aumento de peso o crecimiento deficiente

• Negativa continua a comer

• Dificultad para comer o tragar

• Problemas respiratorios como sibilancias, tos persistente o dificultad para respirar

• Despertarse por la noche tosiendo o con sibilancias al respirar

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sentirse mejor? 

Probablemente, su hijo superará el RGE. Mientras tanto, para ayudar a reducir el RGE y la frecuencia con la que su bebé escupe, puede implementar los siguientes cambios:

• Alimente al bebé con mayor frecuencia pero reduciendo el tamaño de las comidas. No vuelva a alimentar a su bebé si escupe. Espere hasta el siguiente horario en que come.

• Alimente a su bebé en una posición vertical.

• Haga que su bebé eructe después de cada amamantamiento o después de tomar entre  30 y 60 ml (1 y 2 onzas) de biberón.

• Mantenga a su bebé en posición vertical entre  20 y 30 minutos después de las comidas. Para hacerlo, puede cargar a su bebé en posición recta (por ejemplo, sobre su hombro). No coloque al bebé en el cochecito o el asiento para coches.

• Si alimenta a su bebé con biberón, hable con su médico acerca de espesar la leche materna o de fórmula.

• No use ropa con elásticos ajustados en la cintura ni pañales ajustados.

• Aleje el humo del tabaco de su bebé.

Se desconoce si estas medidas pueden evitar que el RGE se convierta en ERGE, pero son beneficiosas para ambas afecciones.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al médico? 

Si su hijo tiene síntomas más graves de ERGE, el médico o enfermero de su bebé colaborarán con usted para ayudar a aliviarlos. Su proveedor de atención médica puede sugerir algunos cambios además de los que se mencionaron anteriormente. Estos pueden incluir levantar la cabecera de la cuna o probar con un tipo diferente de leche de fórmula. A veces se recetan medicamentos. En determinados casos, es posible que deban realizarle pruebas a su bebé para confirmar la causa de los síntomas.