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Espondilitis anquilosante en los adultos

La artritis es una enfermedad que afecta las articulaciones. La espondilitis anquilosante (EA) es un tipo artritis. Esta afección causa hinchazón (inflamación) en determinadas partes de la columna vertebral.

Vista posterior del torso de un hombre donde se ven la columna vertebral y la pelvis.

¿Cuáles son las causas de la EA?

Los proveedores de atención médica no saben exactamente qué la causa. Los genes pueden estar involucrados en esta afección. Muchas personas con AS tienen un gen llamado HLA-B27. Pero solo un pequeño porcentaje de personas con este gen desarrollan EA.

Los jóvenes y las personas mayores pueden desarrollar EA. Aunque afecta principalmente a las personas de entre 17 y 35 años. Los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de tener un EA. Usted también tiene mayor probabilidad de padecerla si alguien de su familia la tuvo.

Síntomas

La EA causa dolor y rigidez. La columna vertebral y las demás articulaciones cercanas, tales como la cadera, se inflaman. En los casos graves, la enfermedad puede romper las articulaciones. Incluso los huesos podrían fusionarse.

Los síntomas de EA pueden aparecer y desaparecer. A menudo incluyen:

  • Dolor de espalda. Esto suele ocurrir por la mañana al despertarse.

  • Dolores corporales. Puede tenerlos en las piernas, los hombros, las nalgas o los talones.

  • Rigidez por la mañana

  • Postura encorvada para aliviar el dolor

  • Dificultad para inhalar profundamente. Esto sucede si la EA afecta las articulaciones entre las costillas y la columna vertebral.

  • Falta de apetito

  • Sensación de mucho cansancio (fatiga)

  • Fiebre

  • Baja cantidad de glóbulos rojos (anemia)

Algunas personas con EA también tienen erupciones cutáneas y enfermedades estomacales. Es posible que también tengan problemas en los ojos. Estos incluyen dolor en los ojos, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. Los casos graves de la enfermedad pueden causar daños en el corazón y los pulmones. Casi la mitad de los pacientes con EA tiene fragilidad ósea (osteoporosis). 

Diagnóstico de la EA

Para diagnosticar la EA, su proveedor de atención médica comenzará con una exploración física. Le preguntará acerca de sus síntomas y sus antecedentes médicos. Las radiografías de la columna vertebral y otras articulaciones pueden mostrar si hay daño en las articulaciones. Es posible que también deba realizarse una resonancia magnética. Las pruebas genéticas pueden determinar si usted tiene el gen HLA-B27.

Su proveedor de atención médica también puede recomendar un análisis de laboratorio para verificar si hay inflamación. Esta prueba se llama análisis de tasa de sedimentación de eritrocitos. En este análisis se mide la rapidez con la que los glóbulos rojos se asientan en el fondo de un tubo de ensayo. Si usted tiene inflamación generada por la artritis, los glóbulos rojos se agrupan y caen más rápido.

Tratamiento de la EA

Aún no se conoce la cura para esta enfermedad. Pero puede manejarla con determinados tratamientos que pueden aliviar el dolor y la rigidez. Estos pueden ayudarlo a vivir una vida más activa. Su proveedor de atención médica elegirá el mejor tratamiento según su estado general de salud y la gravedad de su enfermedad.

Hay varios tipos de medicamentos que pueden reducir la inflamación y el dolor. Estos medicamentos incluyen los siguientes:

  • Antiinflamatorios no esteroides (AINE). Entre ellos, se incluyen el naproxeno y el ibuprofeno.

  • Corticoesteroides. Pueden inyectarse en las zonas y articulaciones afectadas. 

  • Relajantes musculares (miorrelajantes)

  • Medicamentos biológicos

  • Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)

Los tratamientos alternativos también pueden ayudar. Hable con su proveedor de atención médica acerca de tratamientos como acupuntura, masajes, yoga y estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET).

Dejar de fumar puede ayudar. 

Su proveedor de atención médica también puede recomendar una cirugía. Por ejemplo, es posible que deban hacerle un reemplazo de articulación. En otros procedimientos se extrae el hueso dañado o se insertan varillas en la columna vertebral. 

Hacer actividad física con regularidad puede ayudar a aliviar los síntomas. Asegúrese de incluir actividades que fortalezcan la espalda. También haga ejercicios para aumentar su flexibilidad y su rango de movilidad. Su proveedor de atención médica también puede recomendarle hacer fisioterapia. También es importante mantener una buena postura.

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