Para adolescentes: una guía del tratamiento contra el cáncer
El cáncer puede poner toda tu vida patas para arriba. En un momento, estás preocupado por la escuela o por el trabajo o pensando en los planes del fin de semana. De pronto, pasas a intentar descifrar términos médicos complejos como si fueran un idioma extranjero.
Esta será tu hoja de ayuda con las opciones de tratamiento contra el cáncer. Es un buen punto de partida para entender lo que sigue después. Pero recuerda, al igual que en la escuela o en el trabajo, nunca hay preguntas tontas. Haz las preguntas que necesites al equipo de atención médica. Lo más importante es que sepas que puedes pedir ayuda para tomar estas decisiones. Son muchas las personas que pueden ayudar.
Tipos de tratamiento
Puedes recibir 1 tratamiento o una combinación de tratamientos para controlar el cáncer. Estos son los tratamientos más comunes contra el cáncer:
Cirugía
Los tipos de cirugía incluyen los siguientes:
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De estadificación. Se hace para que el equipo determine la cantidad de cáncer que hay en el cuerpo y si se encuentra en muchas partes. Esta información les permite encontrar el plan de tratamiento adecuado para ti.
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Curativa. Se hace para extirpar todo el cáncer.
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Citorreductora. Se extirpa parte del cáncer para reducir el tamaño del tumor. Permite que otros tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, sean más eficaces.
Quimioterapia
También se conoce como "quimio"; es un tratamiento en el que se usan medicamentos fuertes para luchar contra el cáncer. Es un tratamiento sistémico. Es decir que afecta todo el cuerpo. El oncólogo (médico especialista en cáncer) decide qué medicamento de quimioterapia es adecuado para ti. También decide la cantidad y la frecuencia necesarias para obtener el mejor resultado.
A veces, la quimioterapia es el único tratamiento necesario. O puede ser solo 1 parte de un plan de tratamiento más complejo.
Radiación
Con este tratamiento, se destruyen o se dañan las células cancerosas mediante partículas u ondas de alta energía, como los rayos X. Más de la mitad de todos los pacientes con cáncer reciben radioterapia. Hay 3 tipos de radioterapia: externa, interna y sistémica. El tipo que recibas depende del tipo de cáncer que tienes, así como de la ubicación.
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En la radioterapia externa, se usa una máquina. La máquina envía rayos al tumor desde el exterior del cuerpo y se dirige solo a la parte del cuerpo afectada por el cáncer.
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En la radioterapia interna, se introduce una fuente radiactiva en el cuerpo, cerca del cáncer, durante un período corto o de forma permanente, según el tipo de cáncer.
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La radioterapia sistémica se hace con un medicamento radiactivo especial. Puedes tomarlo por vía oral o puede colocarse por vía intravenosa. El medicamento se distribuye por todo el cuerpo. El proveedor de atención médica te informará acerca de cualquier medida de seguridad que debas tener en cuenta.
Trasplante de células madre
En este procedimiento, se introducen en el cuerpo células madre sanas para reemplazar las células madre afectadas por el cáncer o por el tratamiento. Es un proceso muy complicado. El proveedor evaluará los riesgos y los beneficios si es lo más conveniente en tu caso. También es posible que hayas oído que se llama trasplante de médula ósea.
Inmunoterapia
Son medicamentos que permiten preparar el sistema inmunitario para que encuentre y destruya las células cancerosas. Es un método más personalizado que funciona con determinados tipos de cáncer.
Terapia dirigida
Son medicamentos que se usan para atacar determinadas proteínas que contribuyen al crecimiento, a la división y a la propagación de las células cancerosas. Puede usarse con determinados tipos de cáncer.
Ensayos clínicos
Hay tratamientos contra el cáncer nuevos que se prueban en ensayos clínicos. Pregúntale al proveedor de atención médica si hay algún ensayo clínico adecuado para ti.
Efectos secundarios
Mientras transitas el cáncer, es importante comprender de qué manera los tratamientos podrían afectar la salud. Pregunta sobre los efectos secundarios posibles y lo que significan en tu caso, ahora y en el futuro. Por ejemplo:
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¿Cómo afectará este tratamiento mi vida diaria?
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¿Podré seguir yendo a la escuela o saliendo con amigos?
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¿Cuáles son los efectos secundarios a corto y a largo plazo de los tratamientos?
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¿Estos afectará mi capacidad de tener hijos?
Recuerda que cuentas con tus padres o tutores para hacer estas preguntas y tomar decisiones sobre el tratamiento. Pero se trata de tu cuerpo y de tu vida. Tener un papel activo te permitirá sentirte con más control. Si quieres obtener más información sobre el tipo de cáncer que tienes, opciones de tratamiento y recursos, visita fuentes en línea confiables. El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) y la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society) son buenos puntos de partida.
Es una tarea de muchos
Cuando comiences con el proceso de tratamiento, conocerás muchas caras nuevas. El equipo de lucha contra el cáncer puede incluir un oncólogo pediátrico (que atiende a niños y adolescentes como tú) o un oncólogo médico (que suele trabajar con adultos que tienen cáncer). También es posible que consultes a un oncólogo quirúrgico (un proveedor de atención médica que trata el cáncer con cirugía) y a un oncólogo radioterapeuta (un proveedor que trata el cáncer con radioterapia).
Haz de cuenta que estos expertos son los copilotos en el camino de lucha contra el cáncer. Cada uno tiene una función exclusiva en el tratamiento. No dudes en hablar con ellos, expresar lo que sientes o incluso compartir tus temores. Otros pacientes jóvenes como tú les cuentan cuestiones parecidas y pueden ofrecerte ánimo y comprensión. También pueden ponerte en contacto con organizaciones, como Ullman Foundation y Teen Cancer America, que se especializan en el apoyo a adolescentes con cáncer. Así que conoce al equipo de tratamiento, confía en él y no tengas miedo de hablarles cuando necesites ayuda o tengas preguntas.