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Sarcoma uterino: terapia dirigida

¿Qué es la terapia dirigida?

La terapia dirigida es un tipo de tratamiento contra el cáncer. Se usan medicamentos que se enfocan en las partes de las células cancerosas que las hacen diferentes de las células normales y saludables. Por ejemplo, puede afectar ciertos genes o proteínas que favorecen el crecimiento, el lapso de vida y la propagación de las células cancerosas. Como es dirigida, los medicamentos atacan las células cancerosas, pero pueden provocar menos daños a las células normales.

¿En qué casos podría usarse la terapia dirigida para el sarcoma uterino?

Los sarcomas uterinos son un grupo de tipos de cáncer diversos y poco frecuentes. La terapia dirigida se puede usar para tratar el sarcoma uterino que no responde a la quimioterapia, que reaparece después de la quimioterapia o que se propagó fuera de la pelvis (hizo metástasis). También se puede usar si las células cancerosas tienen determinados cambios genéticos o de proteínas.

¿Qué tipos de medicamentos de terapia dirigida se usan para tratar el sarcoma uterino?

Las terapias específicas para el sarcoma uterino incluyen las siguientes:

  • Inhibidores de quinasa. Las quinasas son como mensajeros diminutos. Son proteínas que envían señales a una célula. A veces, esas señales indican a la célula que crezca. Al obstruir las quinasas, la terapia dirigida detiene o retarda el crecimiento de algunas células cancerosas.

  • Inhibidores de la TRK. En algunos sarcomas uterinos, hay cambios en el gen NTRK. Esto hace que las células produzcan demasiadas proteínas TRK anormales. Lo que puede causar un crecimiento celular anormal y cáncer. Los inhibidores de la TRK intervienen e impiden el crecimiento de las células cancerosas.

  • Inhibidores de la PARP. Algunos sarcomas uterinos tienen una alteración en el gen BRCA. Los inhibidores de la PARP dificultan que los tumores con un gen BRCA anormal solucionen problemas celulares. Esto permite destruir las células cancerosas.

El proveedor de atención médica decidirá cuál es la mejor opción para usted.

¿Cómo se administra la terapia dirigida para el sarcoma uterino?

Hay medicamentos para la terapia dirigida que se administran a través de una vía intravenosa que se coloca en una vena. Es posible que tenga que ir a un centro ambulatorio o al consultorio del proveedor de atención médica para recibir el tratamiento. La mayoría de las terapias dirigidas contra los sarcomas uterinos se administran por vía oral en forma de pastillas o cápsulas. Si se olvida de tomar una dosis o si la toma tarde, la eficacia del tratamiento se reduce. Si usa esta opción, consulte al proveedor para que le dé instrucciones. Haga preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo debo tomar el medicamento?

  • ¿Cuál es la dosis?

  • ¿Qué debo hacer si olvido tomarlo?

Apoyo financiero

Los medicamentos contra el cáncer son fundamentales en el tratamiento de los sarcomas uterinos. Pero son costosos. Antes de agobiarse con la preocupación de cómo pagar cada medicamento, consulte al seguro médico. También hable con el proveedor de atención médica. Ambos pueden tener ideas o sugerencias para pagarlos.

Además, hay otros recursos útiles. Visite la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS) para obtener información sobre los programas de asistencia financiera. Desde la ACS, también se ofrecen consejos y recursos para lidiar con los costos del tratamiento contra el cáncer.

¿Cuáles son los efectos secundarios frecuentes de la terapia dirigida?

La terapia dirigida puede causar algunos efectos secundarios. Pero cómo se sienta con el tratamiento depende de muchos factores, como los siguientes:

  • Los tipos de medicamentos que reciba

  • Las dosis de esos medicamentos

  • Su estado de salud general antes del tratamiento

Los efectos secundarios más frecuentes de la terapia dirigida incluyen los siguientes:

  • Fiebre

  • Presión arterial alta

  • Diarrea

  • Estreñimiento

  • Náuseas

  • Vómitos

  • Dolor de cabeza

  • Tos

  • Dolor en los músculos y en las articulaciones

  • Cambios en la piel

  • Cansancio intenso (fatiga)

  • Problemas de hígado, riñón o tiroides

  • Mareos

  • Disminución de los niveles de recuento de glóbulos

  • Retraso en la curación de heridas

Los efectos secundarios graves y poco frecuentes incluyen los siguientes:

  • Sangrado en el pulmón

  • Perforación en el intestino

  • Daño en el corazón (sobre todo, si se usa con medicamentos para la quimioterapia)

  • Reacciones autoinmunitarias

Si presenta cualquiera de estos síntomas, hable de inmediato con el proveedor. Hay formas de prevenir y tratar los efectos secundarios. La mayoría desaparece al finalizar el tratamiento.

Colabore con el proveedor de atención médica

Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de todos los medicamentos que usa. Pregunte al equipo de atención médica cómo actúa cada uno y qué efectos secundarios podrían causar.

Hable con los proveedores de atención médica sobre los cambios y los efectos secundarios a los que debe prestar atención y cuándo debe llamarlos. Asegúrese de saber a qué teléfono llamar si tiene preguntas o problemas. Quizás haya un número telefónico diferente para llamar durante la noche, los fines de semana y los días festivos.

Puede ser útil llevar un registro de los efectos secundarios. Escriba cualquier cambio físico, de razonamiento y emocional que tenga. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando vaya a las citas. También les facilitará a usted y al equipo de atención médica colaborar en el control de los efectos secundarios.

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