Baje la cabecera de la cama y regule la parte superior de la cama hasta que quede a la altura de la cintura o la cadera de la persona más baja.

Asegúrese de que no hay catéteres o sondas entre las sábanas.

Asegúrese de que las ruedas de la cama estén bloqueadas.

Tome la sábana de tracción. Sitúe un pie en la dirección hacia donde está moviendo al paciente.

Pídale al paciente que cruce sus brazos sobre el pecho.

Inclínese en la dirección del movimiento.

A la cuenta de tres, levante y jale al paciente hacia arriba. Levante con las piernas y use el peso de su cuerpo. Repita este paso las veces que sea necesario hasta alcanzar la posición deseada del paciente.

Los pacientes también pueden ayudar doblando las rodillas, empujando hacia abajo con los pies y elevándose con un trapecio (un dispositivo por encima de la cabeza).

Colocar una almohada debajo de los pies del paciente lo ayudará a que pueda empujarse, y usted podrá levantarlo con más facilidad.

Nunca sujete al paciente de las axilas para moverlo. Esto podría causar lesiones, como una dislocación, en el hombro.

No intente pararse al lado de la cabecera de la cama y jalar al paciente hacia arriba.

Si el paciente pesa más de 200 libras (90 kg), considere usar un método diferente con dispositivos de ayuda o al menos tres personas.

Tenga cuidado de evitar usar solo fuerza. Esto es especialmente importante para los pacientes con úlceras de decúbito. Debe levantar más y tirar menos.

Los pacientes tienden a deslizarse hacia abajo en la cama cuando la cabecera está elevada. Una almohada debajo de las rodillas ayudará a que no se deslicen tanto.