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Neumonía en niños

Neumonía es un término que significa infección pulmonar. Puede ser causada por una infección por gérmenes, incluidos bacterias, virus y hongos. La mayoría de los niños pueden mejorar en su hogar con el tratamiento de su proveedor de atención médica, pero la neumonía puede ser muy grave y puede requerir una estadía en el hospital. La neumonía no tratada puede provocar una enfermedad grave. Es importante que un niño con neumonía reciba tratamiento.

Varias vacunas infantiles de rutina protegen contra las causas frecuentes de la neumonía. Pregunte a su proveedor de atención médica si su hijo debe vacunarse contra la gripe o contra la neumonía neumocócica. No todos los tipos de neumonía pueden prevenirse con una vacuna.

Cómo se pronuncia

neu-mo-ní-a

¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?

La neumonía es causada por una infección que se extiende a los pulmones. La infección a menudo comienza con síntomas de resfrío o dolor de garganta. Los síntomas empeoran a medida que se desarrolla la neumonía. Los síntomas son diferentes para cada persona. A menudo incluyen:

  • fiebre y escalofríos;

  • tos (ya sea seca o que produce moco espeso);

  • sibilancias, dificultad para respirar o respiración acelerada;

  • dolor en el pecho, especialmente al toser o respirar, o dolor abdominal;

  • cansancio;

  • dolor muscular;

  • dolor de cabeza;

  • color azulado en los labios o las uñas.

Todo niño con síntomas de resfrío o gripe que no parezca estar mejorando debe ser revisado por un proveedor de atención médica.

¿Cómo se trata la neumonía? 

  • Neumonía bacteriana. Se recetarán antibióticos si la causa de la infección es bacteriana. Su hijo debería comenzar a sentirse mejor dentro de las 24 a 48 horas después de comenzar a tomar este medicamento. Es muy importante que el niño termine de tomar todos los antibióticos según las instrucciones, incluso si se siente mejor.

  • Neumonía viral. Los antibióticos no ayudarán a tratar la neumonía viral. En ocasiones, se pueden recetar medicamentos antivirales. Con el tiempo, esta infección desaparecerá por sí sola. Para ayudar a que su hijo se sienta más cómodo, su proveedor de atención médica puede sugerirle medicamentos para aliviar los síntomas del niño.

  • Sibilancias. A veces, la neumonía puede causar sibilancias, incluso en niños que no tienen asma. Si esto sucede, el proveedor de atención médica de su hijo puede recetarle tratamiento con nebulizador. Este medicamento ayudará a su hijo a respirar mejor. Use el nebulizador según las instrucciones.

Siga las instrucciones que le dé su proveedor para tratar la enfermedad de su hijo. Es posible que un niño muy enfermo deba ser hospitalizado durante un período breve. En el hospital, pueden ayudar a que el niño esté cómodo y se le pueden administrar líquidos y oxígeno.

Cómo ayudar a su hijo a sentirse mejor

Si su proveedor de atención médica considera que es seguro tratar al niño en el hogar, haga lo siguiente para ayudarlo a sentirse más cómodo y a que mejore más rápido:

  • Mantenga al niño en reposo y asegúrese de que descanse mucho.

  • Aliente a su hijo a que beba mucho líquido, como agua o jugo de manzana.

  • Para mantener la nariz de un bebé despejada, utilice un dispositivo de succión con bombilla de caucho para eliminar el moco (líquido pegajoso).

  • Eleve ligeramente la cabeza de su hijo para facilitar la respiración.

  • No permita que nadie fume en la casa.

  • Trate la fiebre y los dolores con acetaminofeno o ibuprofeno para niños según las instrucciones del proveedor de atención médica de su hijo. No le dé aspirina a un niño. No administre ibuprofeno a bebés de 6 meses de edad o menos.

  • No use medicamentos para la tos a menos que su proveedor se lo indique.

Prevenir la propagación de la infección

  • Lávese las manos con agua corriente limpia y jabón con frecuencia, especialmente antes y después de atender a su hijo enfermo. Frote las manos durante al menos 20 segundos.

  • Enséñele a su hijo y a otros miembros de la familia cuándo y cómo lavarse las manos.

  • Limite el contacto entre un niño enfermo y otras personas.

  • No permita que nadie fume cerca de un niño enfermo.

  • Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre la vacunación contra una causa bacteriana de la neumonía (infecciones neumocócicas). Existen dos tipos de vacunas antineumocócicas: las vacunas antineumocócicas conjugadas (pneumococcal conjugate vaccines, PCV) y la vacuna antineumocócica polisacárida. El proveedor de su hijo puede brindarle más información sobre la vacuna específica que su hijo necesita. La vacuna antineumocócica se recomienda para todos los niños menores de 5 años. Algunos niños mayores también pueden necesitar la vacuna según su riesgo.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato en cuanto vea signos de sufrimiento en un niño por lo demás sano. Esto incluye:

  • tos aguda o tos que persiste;

  • dolor de cabeza que persiste o dolor de cabeza intenso;

  • fiebre (consulte “La fiebre y los niños” a continuación);

  • síntomas que no mejoran dentro del período recomendado o síntomas que empeoran;

  • si su hijo tiene vómitos que persisten o no puede tomar los medicamentos recetados.

Llamar al 911

Llame al 911 si su hijo:

  • Tiene dificultad para respirar o no puede hablar.

  • Tiene los labios, la piel o las uñas de color azul, gris o morado.

  • Tiene convulsiones.

La fiebre y los niños

Use un termómetro digital para controlar la temperatura de su hijo. No utilice un termómetro de mercurio. Existen diferentes tipos y usos de termómetros digitales. Estos incluyen:

  • Rectal. En niños menores de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.

  • Frente (temporal). Esta medición funciona para niños de 3 meses o más. Si un niño menor de 3 meses tiene signos de enfermedad, puede utilizarse como primer paso. Es posible que el proveedor desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.

  • Oído (timpánica). La temperatura timpánica es precisa después de los 6 meses de edad, pero no antes.

  • Axilar. Es la medición menos confiable, pero puede usarse como primer paso para controlar a un niño de cualquier edad con signos de enfermedad. Es posible que el proveedor desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.

  • Boca (oral). No coloque un termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años de edad.

Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para el uso correcto. Insértelo suavemente. Etiquete el termómetro y asegúrese de que no se use en la boca. Puede transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué tipo usar. Cuando hable con un proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, dígale qué tipo de termómetro usó.

A continuación, se presentan pautas para saber si un niño pequeño tiene fiebre. El proveedor de atención médica de su hijo puede darle otras cifras para su hijo. Siga las instrucciones específicas de su proveedor.

Lecturas de fiebre en bebés menores de 3 meses:

  • Primero, pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomar la temperatura.

  • Rectal o temporal (frente): 38 °C (100,4 °F) o más

  • Axilar: 37,2 °C (99 °F) o más

Lecturas de fiebre en niños de 3 meses a 36 meses (3 años):

  • Rectal, temporal (frente) o timpánica: 38,9 °C (102 °F) o más

  • Axilar: 38,3 °C (101 °F) o más

Llame al proveedor de atención médica en estos casos:

  • mediciones de temperatura repetidas de 40 °C (104 °F) o más en un niño de cualquier edad;

  • fiebre de 38 °C (100,4 °F) o más en bebés menores de 3 meses;

  • fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años;

  • fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más.

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