Causas de la deficiencia de la hormona del crecimiento

A la hormona del crecimiento la produce la hipófisis. Esta es una pequeña glándula que se encuentra en la base del cerebro. Está conectada a una parte del cerebro llamada hipotálamo. En algunos niños, uno o ambos de estos órganos tal vez no se formen bien antes del nacimiento. O bien, uno o ambos órganos pueden dañarse después del nacimiento debido a una lesión cerebral o a un tumor, o como un efecto secundario de los tratamientos de radiación en el cerebro. Cuando esto sucede, un niño puede presentar deficiencia de la hormona del crecimiento.

La deficiencia de la hormona del crecimiento puede ser consecuencia de síndromes genéticos que causan otros síntomas. En la mayoría de los casos, la causa nunca se llega a encontrar.

Síntomas de la deficiencia de la hormona del crecimiento

Los síntomas pueden ser diferentes en cada niño y pueden incluir:

• Crecimiento lento de menos de 5 cm (2 pulgadas) de altura por año después de los 3 años

• Rostro de aspecto más joven que los niños de su misma edad

• Exceso de peso

• Deficiencia del crecimiento del cabello

• Pubertad tardía

Diagnóstico de la deficiencia de la hormona del crecimiento

Los síntomas de la deficiencia de la hormona del crecimiento son similares a los de algunas otras afecciones de salud. Debido a esto, el proveedor de atención médica de su niño puede necesitar buscar otros problemas en primer lugar. Le preguntarán sobre la historia clínica de su hijo. Además, le realizará un examen físico y un análisis de sangre. El proveedor puede recomendar una prueba de diagnóstico por imágenes de la hipófisis. También puede sugerir una radiografía de la mano (llamada prueba de edad ósea). El proveedor también hará un seguimiento del crecimiento del niño durante un determinado período. Es probable que deriven a su hijo a un especialista en problemas hormonales (endocrinólogo pediátrico).

Tratamiento de la deficiencia de la hormona del crecimiento 

La deficiencia de la hormona del crecimiento se trata con inyecciones diarias de la hormona del crecimiento. Sin embargo, no todos los niños responden al tratamiento. El tratamiento se debe comenzar lo antes posible, cuando el niño es joven. Debe continuar hasta que el crecimiento disminuye a menos de 2.5 cm (una pulgada) por año.

La duración del tratamiento con inyecciones dependerá de cada niño. Algunos tal vez necesiten inyecciones durante el resto de sus vidas. Estos niños deben continuar con los análisis para determinar si aún necesitan dichas inyecciones.