Primeros auxilios: Cortes y raspaduras
Una rotura en la piel es una puerta abierta que invita a la entrada de la suciedad y los gérmenes en el cuerpo y causa infecciones.
Paso 1. Control de la hemorragia

Paso 2. Limpia y cubre
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Lávese siempre las manos antes que toque la herida.
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Limpiar la herida:
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Aplique una fina capa de pomada antibiótica para pequeños cortes y raspados que no necesitan atención médica (véase a continuación). Hágalo solo si no hay alergias conocidas a la pomada.
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Cubra la herida con una crema limpia apósito de gasa para reducir el riesgo de infección y lesiones adicionales. Mantener el con una gasa o un vendaje.
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No ate ni pegue el vendaje demasiado ajustado.

Cuándo ponerse en contacto con el médico
Llamar al médico u obtener atención médica de inmediato si se cumple alguna de las siguientes afirmaciones:
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La herida cubre una gran zona o es profundo.
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Es difícil retirar el residuos de la herida.
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La lesión está en el rostro o cualquier otra zona en la que la cicatrización sea motivo de preocupación.
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La persona necesita protección contra el tétanos. Se trata de una enfermedad causada por bacterias que pueden entrar en cualquier rotura en la piel y provocar una enfermedad potencialmente mortal llamada mordedura de seguridad. Un refuerzo contra el tétanos puede ser necesaria la inyección (inyección) si han pasado más de 5 años desde la última vacuna contra el tétanos.
Llamar 911
Llamar 911 si la persona lesionada presenta:
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Hemorragia incontrolable (continúe controlando la hemorragia con presión directa).
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Síntomas de shock, que pueden incluyen:
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Pálido o pegajoso piel.
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Tinte gris o azulado en los labios o las uñas.
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Un pulso tan la luz o las carreras tan rápido que no se pueden contar los latidos.
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Respiración rápida.
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Agrandamiento de las pupilas.
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La persona está confundida o incapaz de concentrarse o mirar fijamente. Con el tiempo, la persona puede incluso se vuelve inconsciente.
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Parte del cuerpo desprendida:
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Envuelva todos los fragmentos de la parte desprendida en un envase estéril gasa, o una toallita de papel o un paño húmedos. Colóquelos en un plástico seco y sellado bolsa u otro recipiente primero. No coloque la pieza directamente en el agua.
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A continuación, coloque la bolsa o el recipiente en otra bolsa o recipiente con hielo o agua fría para mejorar las posibilidades de recolocación. Seco no debe usarse hielo.
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Envíe las piezas al hospital junto con el persona.
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