Examen de deglución por disfagia en la cama

Disfagia y aspiración

Cuando traga comida, el alimento baja por la boca hasta la garganta (faringe). Desde allí, baja por un tubo largo (esófago) y entra en el estómago. Ese recorrido es posible gracias a una serie de acciones de los músculos de esas zonas. Si tiene disfagia, puede deberse a problemas en los músculos o en los nervios. Tal vez no pueda tragar con normalidad.

La faringe también forma parte del sistema que hace llegar el aire a los pulmones. Cuando respira, el aire entra por la boca y sigue hasta la faringe. Luego, baja hasta la vía respiratoria principal (tráquea) y entra en los pulmones. Sobre la parte superior de la tráquea, se ubica una tapa de tejido llamada epiglotis. Esta tapa impide que la comida y la bebida bajen y entren en la tráquea cuando traga. Se conoce como aspiración cuando algo entra en las vías respiratorias o en los pulmones por accidente. Pueden ser alimentos, líquidos o algún otro material. Esto puede causar problemas de salud graves, como neumonía. Si tiene disfagia, puede sufrir una aspiración.

¿Por qué se hace un examen de deglución en la cama?

Si tiene disfagia, siempre existe el riesgo de aspiración. Entonces es necesario detectar la afección rápidamente. Muchos problemas de salud pueden provocar un mayor riesgo de desarrollar disfagia. Por ejemplo:

• Ataque o derrame cerebral

• Problemas dentales graves

• Afecciones que reducen la cantidad de saliva, como el síndrome de Sjögren

• Llagas en la boca

• Enfermedad de Parkinson u otra afección del sistema nervioso

• Demencia, pérdida de la memoria o disminución de la actividad mental

• Distrofias musculares

• Obstrucción del esófago, por ejemplo, a causa del cáncer

• Traumatismo o lesión en la cabeza, en el cuello o en el pecho

• Radiación, quimioterapia o cirugía para tratar el cáncer de cabeza, cuello o garganta

Es posible que necesite la prueba de deglución en la cama si tiene síntomas, como los siguientes:

• Se le pega la comida a la garganta

• Tiene dificultades o dolor al tragar

• Tiene determinados problemas respiratorios

Quizás necesite hacerse este examen aunque no tenga ningún síntoma de disfagia. Igual puede estar en riesgo de aspiración.

Durante el examen

Un fonoaudiólogo le hará un examen de deglución en la cama. Hay un riesgo leve de que tenga una aspiración durante el examen. El fonoaudiólogo tratará de evitarlo. El profesional buscará signos de disfagia y aspiración durante el examen.

En primer lugar, el fonoaudiólogo probablemente le pregunte lo siguiente:

• Qué tipo de problemas tiene al tragar, por ejemplo, si tiene dolor o se le pega la comida a la garganta

• Qué alimentos suelen causarle estos problemas

• Cuándo comenzaron los problemas

• Con qué frecuencia se presentan y qué gravedad tienen

• Si tiene otros síntomas, como acidez estomacal o tos al comer

• Su historia clínica

El fonoaudiólogo también puede hablar con sus familiares. Puede preguntarles qué alimentos le resultan difíciles de tragar y qué alimentos suele evitar.

Durante el examen, el fonoaudiólogo le revisará cuidadosamente los dientes, los labios, la mandíbula, la lengua, las mejillas y el paladar blando. Es posible que tenga que hacer determinados movimientos, como dar un beso sonoro o hacer sobresalir la mandíbula. Probablemente, también deba hacer determinados sonidos, toser o aclararse la garganta. El fonoaudiólogo puede verificar los reflejos de arcadas y tos.

Es posible que le pida que trague una serie de sustancias. Pueden variar de agua a líquidos más espesos, alimentos en puré, alimentos blandos y hasta alimentos comunes. El fonoaudiólogo observará si tiene problemas para masticar, tragar o respirar. También revisará si su voz suena húmeda. Eso puede ser un signo de aspiración.

Después del examen

El fonoaudiólogo puede comunicarle los resultados de inmediato. Si no tiene problemas para tragar, es posible que pueda volver a comer con normalidad.

Tal vez necesite pruebas de seguimiento si al equipo de atención médica todavía le preocupa la posibilidad de que tenga disfagia. Con estas pruebas se detecta la disfagia, aun si no tiene ningún síntoma. A veces, también se puede descubrir la causa de un problema de deglución. Estas pruebas pueden incluir lo siguiente:

• Estudio de deglución con bario modificado. Se usa para determinar si la comida o los líquidos llegan a los pulmones (aspiración).

• Evaluación de la deglución por fibroscopía óptica con prueba sensorial. En este examen, se usa una sonda iluminada para ver la boca y la garganta mientras se observa cómo funciona el mecanismo de deglución.

• Manometría faríngea. Con esta prueba, se mide la presión de deglución dentro del esófago.

Si tiene disfagia

Es posible que necesite tratamiento si, mediante el examen de deglución en la cama y otras pruebas, se determina que tiene disfagia. En algunos casos, el equipo médico puede tratar la causa de la disfagia. La cirugía es uno de los tratamientos posibles.

Independientemente de la causa de la disfagia, debe tomar medidas para prevenir la aspiración. Es posible que necesite hacer cambios en su dieta. Por ejemplo, tal vez tenga que beber solo líquidos de determinado espesor. O no beber ningún líquido. También es posible que necesite cambiar de posición mientras come. Puede aprender ejercicios especiales con la boca y métodos para tragar. Si tiene muchos problemas de deglución, es posible que necesite usar una sonda de alimentación por un tiempo corto.

El tiempo que tarde en recuperarse de la disfagia dependerá de la gravedad y de la causa. Es importante que colabore mucho con el equipo de atención médica para recibir el mejor tratamiento. Si se traslada a otro centro de atención o regresa a su casa, siga al pie de la letra las indicaciones del proveedor de atención médica. Esas medidas pueden reducir sus probabilidades de tener episodios de aspiración y otros problemas. Consulte con el proveedor de atención médica antes de hacer cambios en su dieta.